lunes, 3 de septiembre de 2012

¿En el amor nos conformamos?

¿Nos conformamos en el amor? ¿Nos conformamos?

Hola, mi nombre es Galahad, tengo noventa y seis años y tengo un problema en la corteza cerebral, en el cerebelo. Pienso lo que no tengo que pensar. Y a veces pienso mucho.
Y este es uno de esos momentos.

¿Nos conformamos en el amor?
Todos nos enamoramos. Descartemos eso. Excepto Danger, Gargamel y Monstruón todos los demás nos enamoramos.
¿Queda eso? Queda. Se imprime.
Todos nos enamoramos.
Yo me enamoro. Vos te enamorás. Él se enamora. Y ella también.
Pero acá empieza el problema. Si, hay un problema, si no todo sería una fantasía sin sentido. Y en toda buena historia hay que tener antagonistas y problemas que el héroe debe vencer y pasar para terminar feliz. Entonces como esta es una buena historia y no es un cuento de hadas, hay problemas pero no todo termina con un puto final feliz.
Los problemas surgen del mismo lugar del que surge todo este texto: del amor. Dije que todos nos enamoramos. Sip. Vos te enamorás de ella. Que lindo. Pero el problema es que ella se enamora de él. Que cagada. Vos no sos él.
Y… Tiempo muerto. Este es otro tema. Ya hablé de esto. Se llama: amar sin ser amado. Buscalo.
Tiempo vivo.
Surge del mismo punto pero se va por la tangente.
Así que sigamos.
Todos nos enamoramos de una mina hermosa, divertida, inteligente y copada. Todos nos enamoramos de las minas perfectas. Hay un par. Hay varias. Que se yo cuantas.
Pero el problema es que no siempre ellas se enamoran de nosotros. Pocas veces pasa esto. Casi nunca. Porque si ellas son pocas, nosotros somos muchos. Y ellas sólo se enamoran de pocos entonces sobramos muchos. Si, hay un hijo de puta por ahí que se ganó el corazón de una de estas minas perfectas. Hijo de puta. Y no somos nosotros. Envidia. Envidia. Envidia.
Y entonces todos los demás nos quedamos sin el amor de la mina esta. De la mina perfecta.

Y acá; damas, caballeros y orcos es que llegamos a donde carajo estábamos yendo.

Ay, Galahad, escribís mucho, das muchas vueltas, usas muchos puntos, me pierdo, bujujú, bujujú.
Seguimos.

Como no todos podemos tener a la supermodelo inteligente divertida y millonaria de la que nos enamoramos como unos idiotas, empezamos a buscar a otra.
Después de un rato que pueden ser sólo unos segundos o varios años de nuestra vida nos damos cuenta de que las otras hermosas minas que cumplen con las características perfectas que tenía nuestra primera enamorada tampoco nos dan bola, entonces hacemos algo al respecto. Puteamos y después decidimos dejar de mear un poco afuera del tarro, nos damos cuenta de que tendríamos que tener mucho dinero, ser bradpittescos, famosos o por lo menos vivir en el mismo país que esas minas para poder tener alguna chance.
Y hacemos lo que tendríamos que haber hecho antes. Bajamos de escalafón. Bajamos de nivel. Un poco.
Y empezamos a buscar a princesas más reales. Buscamos a minas hermosas inteligentes y divertidas que nos podemos cruzar por las calles de nuestra vida. Y muchos logran algo. Y muchos más no logran nada. Porque los números siguen sin dar. Hay mucho soluto y poco solvente. Somos muchos los que nos enamoramos y son pocas las enamoradas.
Entonces esta es una de las variantes de este tema. Esta variante es el nivel.
Un feo pibechorro nunca va a ser el príncipe azul de una etérea supermodelo. Por más enamorado que él esté.

Y después está la otra variante. Esta variante sólo implica al amor. No importan las cualidades físicas ni psicológicas de la persona que recibe ese amor.
Victoriana puede ser una mina algo linda y bastante hinchapelota pero Cladinor está locamente enamorado de ella. Mal. Se desvive por ella. Por esa chica maso y pesada. El amor es ciego, a veces, y bastante pelotudo, casi siempre.
El problema es que Victoriana no lo quiere ni ver a Cladinor. No lo quiere ver ni de soslayo. Entonces: chico conoce a chica, chico se enamora, chica no.
Y un día Cladinor se va a meter en el medio del ojete todo ese amor no correspondido y va a tratar de seguir viviendo. Y como va a estar cansado de ver a su amor imposible con varios chicos pelotudos que no son él va a tomar una decisión. Una de dos. O va a notar que las venas le quedan un poco largas y va a hacer algo al respecto. O va a tratar de enamorarse de otra.
Y acá empieza todo esto. Si, acá empieza este tema. Cladinor va a buscar minas. Va a cambiar de gustos. Va a aguantar a algunas locas. Va a bajar sus niveles. Va a hacer algo hasta terminar con una que más o menos entienda lo que él entiende por amor.
Entonces un día Cladinor se va a dar cuenta de que se conformó con otra porque no pudo tener a Victoriana. No importa si la mina con la que se conformó es mejor o peor o es más linda o más fea, lo que importa es que se conformó con otra porque no pudo tener a la que quiso.

Y entonces, juntando las dos variantes, cuando no podés tener al amor de tu vida te empezás a conformar con otras. Léase como pregunta también.

Y muchos bajan sus niveles. Y muchos se aguantan mucha mierda. Y si bien no existe la perfección perfectamente perfecta hay muchas minas que están más cerca que otras. Y si uno no puede tenerlas se termina conformando.
Uno se conforma con lo que puede tener.

Y entonces ves al feo con la fea. Al gordo con la gorda. Al tonto con la tonta.
Porque no pudieron tener a la linda, a la flaca, a la astuta.

Y yo veo a feos panzones de grandes narices junto a feas caderonas de andorgas turgentes y carencia de incisivos, que están babeándose por rubias esculturales de pechos turgentes y miradas felinas.
¿Y si le gusta aquel ángel porqué está con ese leprechaun?
Porque no puede aspirar a más. Porque es a lo que llega. Porque en ese mundo perfecto su dinero no sirve. Porque tuvo que conformarse.

Y por eso siempre hay uno que termina bailando con la más fea. Y cogiéndosela. Y teniendo hijos con ella. Y viviendo una vida de mierda que no le gusta.
Pero que no pudo elegir. Porque tuvo que conformarse. Porque la diva de plástico de sus sueños nunca lo miró.

Y yo se que soy superficial pero lean entre líneas y van a ver que no sólo me refiero a los aspectos estéticos. Después de todo, esto habla del amor.
Amor.
Amor.
Amor.
Si la chica de tus sueños no te da bola te quedás con la que podés, con la que te da bola, con la que más se parece a tus utópicos sueños.

Y entonces el mundo está lleno de putos corazones rotos que se consuelan entre ellos y se conforman.

Y ahora me pongo más subjetivo para responder a Galahad.
No. Yo no me conformo.
Tal vez pueda aceptar que Jennifer Connelly no me de bola. Pero de las minas del mundo real, de las minas tridimensionales no me voy a conformar con menos que lo mejor.
No voy a dejar de pretender tener a la más hermosa, a la más copada.
Así que no me jodan, prefiero no tener a ninguna que tener que conformarme con una que no quiero tener.
Jodanse, la más hermosa, la más copada es para mí.
Y no me vengan con que eso es relativo. No es del todo relativo.
Con las otras puedo estar un rato. Nada más. No podría soportar por mucho tiempo esa efigie de mi incapacidad. No podría soportar ese paradigma de mi conformismo.
Solo un rato nena. Nada más. Porque yo soy de ella y de ninguna más. Y ella es mía. Aunque ella no lo sepa.
Yo no me conformo androides y fantasmas. Yo aspiro a lo mejor. “Si no se puede tener todo, la nada es la perfección.”
Entonces, Galahad querido, la respuesta es no. Yo no me conformo. Yo no voy a estar abrazando a un siete mientras me babeo por un nueve.
Puedo estar con el siete un rato pero siempre tratando de conseguir al nueve.
Yo no me conformo. Es más, si me llego a cruzar a Connelly se la voy a tratar de patinar al rubiecito.
Haud credo.

¿Y ahora que pasa, eh?

Una amiga me contó una vez que un perdulario que andaba con ella le dijo que no la quería para algo fijo porque ella era muy linda. Y entonces le iba a meter los cuernos. Por lo que le dijo, este currutaco había dispuesto para su futuro engancharse con una mina no muy linda para saber que ella siempre va a estar detrás de él y no le va a meter los cuernos. Si, señores suena a chamuyo etílico pseudo flojo, pero después he escuchado algunos comentarios igual de imbéciles. Chabones que prefieren estar con feítas muertas por ellos que con hermosas perseguidas por todos.
¿Es algo así como conformismo?
Donóu.
Yo no sigo esos preceptos. Yo me quedo con las hermosas.

-Pero muchos se conforman - me dijo Galahad sin siquiera mirarme.
Después frunció el ceño y dijo con voz queda:
- Porque tenemos miedo a estar solos. Porque necesitamos a alguien que comparta nuestra cama. Porque queremos a alguien que nos acaricie y que nos diga que nos ama.
Y después se quedó callado.
Y yo nunca supe que mierda quiso decir.

Señor Dios dos puntos espacio abre mayúscula abre signo de pregunta por qué no hiciste todo bien cierra signo de pregunta espacio abre mayúscula espero respuesta punto espacio Galahad.

No me mires así, nena. Soy sólo humano y no puedo resistirme a tus encantos.

¿Sabías que con jabón común podés hacer un explosivo?
Soy el Sentido de Autodestrucción de Galahad.

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Galahad es un muchacho delirante que escribe algunas boludeces muy de vez en cuando y si se le cantan las pelotas. La Galaxia conspira contra él pero a veces Galahad le toca la cola.