martes, 11 de octubre de 2011

¿Alguna vez vieron a la humanidad como si fuesen sólo animales?

No digo porque los humanos hagan una animalada. No estoy diciendo de esos casos en los que se dice que más que un hombre es un animal. No hablo de los hijos de puta que violan a sus propios bebés. De los desgraciados enfermos de mierda que matan a sus novias rompiéndoles la cabeza con un martillo. De los infrahumanos que violan, matan y destruyen. De todos los hijos de remil puta que matan por matar. Que matan por placer. Porque pueden.
No.
No hablo de ellos. Esos no son humanos. No se los puede llamar animales. Ni siquiera los animales hacen esas cosas. Son un desperdicio de piel. De espacio.
Pero no hablo de ellos.
Es un tema un poco más jocoso.

Cambiemos de ánimo.

Hablo de ver a los sublimes y civilizados seres humanos en sus propias “animalescas” bajezas. O realidades.
Si. Los miro desde afuera. Como si yo no fuese un humano.
¿Nunca lo hicieron? ¿Nunca les pasó?
¿De qué carajo estás hablando esta vez, lisérgico ser?
Estoy hablando de ver a las personas como si estuvieras viendo el canal de los animales. De eso.
Me pasa a veces cuando estoy haciendo una cola. Tiempo. Tiempo muerto. No esa clase de cola. Me pasa cuando estoy haciendo una fila. En el supermercado. Miro a las otras personas en las otras colas.
Y sostienen a sus bebes en sus brazos y nada los diferencia de un simio. Y los bebés hablan y sólo la madre los entiende. Y a veces parece que no hablaran ni siquiera ellas en un idioma humano.
Y en el grupo de pibes se joden entre ellos y nada los diferencia de un par de hienas.
Y nos creemos tan superiores. Tan civilizados.
Somos animales.
Y el chico gusta de la chica y se queda mirándola. Y parecen perros moviendo la cola porque recién se conocen.
Y pasa una mujer y los dos varones se dan vuelta para mirarle el culo. Y los mandriles hacen lo mismo.
Y un muchacho flirtea con una dama. Y se ríe con ella. Y le da un regalo. Y se muestra ante ella. Y los pavos reales hacen lo mismo con sus plumas.
Y en un grupo de chicos todos tratan de destacarse para que las minas los miren. Y tratan de ser los mejores. Y tratan de ser el macho alfa. Como los gorilas.
Tan civilizados. Tan tecnológicos.
Y los monos se masturban como muchos jóvenes. Pero el mono es un mono.
Y las gatas hacen ruidos guturales cuando se las garchan. Y las gatas de los humanos también lo hacen.
Y los perros no pueden dejar de comer. Y los hombres están gordos.
Y el chico mima a su chica. Y los leones hacen lo mismo.
Y las minas dancean gatosamente entarimadas. Y a nosotros nos parece ridícula la danza erótica de los cangrejos. De los escorpiones.
Y el pájaro que mejor canta se mueve a la mejor pajarita. Y los cantantes se garchan a sus chicas.
Y si alguien nos jode arremetemos ciegamente como toros.
Nos obstinamos como burros.
Somos animales.
Sólo somos un poco más inteligentes. Y no nos damos cuenta de que hacemos las mismas estupideces.
Dos se franelean. Y a cada grado que se elevan se vuelven más animales.
El amor es una reacción química pero como podemos debatir sobre ella creemos que es algo más humano. Que somos más. Más no se que.
Tenemos vicios. Tentaciones. Sólo el raciocinio nos diferencia.

Tan superiores. Tan civilizados. Tan tecnológicos. Tan sublimes.

Somos animales. Y hacemos lo que hace la manada.

¿Nunca vieron a los humanos como si estuvieran viendo el canal de los animales?
¿Sólo a mi me pasa?

Soy rápido. La cordura me persigue pero yo soy más rápido.

Me voy a dar con feromonas.

Soy la Demencial Incoherencia de Galahad.

301007

Esos personajes que elegimos ser.

Todos somos un personaje. Todos hacemos un personaje. Aunque seamos nosotros mismos. Hacemos un rol. Lo cumplimos. Hacemos lo que se supone que nuestro personaje tiene que hacer.

¿De que mierda estás hablando ahora?
Estoy hablando de ser lo que somos. Lo que elegimos ser. Siempre manteniéndonos en el rol.
Me perdiste.
No. Prestá atención. Todos hacemos un personaje. Aunque no actuemos. Aunque seamos nosotros mismos. Aunque nos mantengamos fieles a nuestra esencia.

A veces algunos en algún momento de sus vidas cambian de rol. Y todos le preguntan: ¿qué te pasó? Ya no sos igual. Ya no sos igual...

Algunos cambian de personajes todo el tiempo. Todos los días. Muchas veces. Pero siguen siendo ellos mismos. Diferentes. Pero leales a sí mismos.

Todavía no entiendo la estupidez que estás tratando de decir.

Inclusive hay distintas tribus urbanas. Todos ellos juegan el mismo personaje pero desde distintos ángulos.
Los rolingas. Los rugbiers. Los chetos. Los hippies. Los nerds. Los ganadores. Los perdedores.
A rasgos generales hay muchos grupos. Individualmente también uno elige un personaje. Y se mantiene en él. A veces uno elige al personaje y otras veces el personaje lo elige a uno.
El gracioso. El ortiba. El amargo. El fiestero. El pirata. El bobo. El vivo.
Hay muchas variantes y en cada una de esas variantes hay muchas otras variantes.

Galahad, no estás diciendo nada que no sepamos.

Aunque no pertenezcas a ninguno de los grupos que dije estás haciendo un personaje. No es todo cuestión de grupos. Ni de características físicas o sociales.
Todos hacemos un papel. Sin actuar. Frente a la sociedad. Frente a la gente.
Quizás cuando estamos solos somos un poco distintos. Hacemos cosas que no queremos que los demás sepan.
Pero de todas formas seguimos cumpliendo un rol. El que elegimos cumplir.
Otras veces no lo elegimos pero tenemos que cumplirlo.

Si sos flaco y chiquito nunca vas a ser un matón. Por más que en tu cabeza seas el más malo de todos.
Tenés que ser lo que tenés que ser porque no podés ser lo que querés.
Si sos feo por más que te sientas el más ganador de los ganadores vas a perder a muchas minas. Aceptalo. No estás con los fachas.
Si sos grandote nunca vas a ser un jockey.
No todo está determinado obviamente. A veces podés cambiar. Pero otras veces no.
Si naciste en Argentina por más que te guste la gaita nunca vas a ser un escocés.

Y esto no se refiere sólo a lo que uno está limitado a ser. O a no ser. No. Todos somos algo. Todos somos alguien. Y ese que somos es un personaje. Lo vamos creando desde que nacemos. Crece con nosotros. Adquiere matices. Elige caminos. Y se vuelve cada vez más un personaje determinado. Determinado por tu infancia. Determinado por tus experiencias. Por tus errores. Por tus aciertos. Por lo que te enseñaron. Por tu familia. Por tus amigos. Por tus gustos.

Y es ese mismo grupo que te rodea el que se va a sentir extraño si vos intentás cambiar un poco al personaje que ellos conocen.
¿Cómo que te perdiste el mundial si a vos te encanta el fútbol?
Bueno, no se, no tanto.
Si, a vos te encanta.

El que se junta con ratas no le tiene asco a la mierda.

Según con quién te juntes va a variar tu personaje. Ya sea porque te ves en la necesidad de hacer lo que los demás hacen o porque realmente lo querés hacer.

Si a vos te enseñaron que está mal rascarse las bolas con gente a tu alrededor no lo vas a hacer. No. Porque vos no lo hacés. Vos no hacés esas cosas. Cuando estás solo capaz.

Todos hacemos un personaje. Somos un personaje.

Si. Ya se. Somos personas.
Todos tenemos matices que se fueron cimentando en nuestro ser social y psicológico a través de los años.
Y que se yo.
No me vengas con intensas inconexas peroratas psicológicas.

Todo esto es más boludo.

Todos somos de una forma. O de otra. Todos distintos. Algunos parecidos. Todos únicos.

Si se supone que no somos malas personas se supone que no hacemos maldades. Porque eso es lo que somos. Somos buenos tipos.
Si sos un hijo de puta podés hacer lo que quieras. Vas a seguir siendo un hijo de puta.
Supongo que el hijo de puta es más libre de hacer lo que quiera que el buen tipo.
Si alguien ve al buen tipo haciendo algo malo lo empieza a ver como un hijo de puta. Pero aunque el hijo de puta haga algo bueno va a seguir siendo un hijo de puta.

Todos cumplimos nuestro rol. Algunos cambiamos. Otros no.

Yo a veces soy distinto. Tengo un par de versiones de mí mismo. Siempre soy yo. Pero soy distinto.
A veces soy un buen tipo. Y otras veces soy un hijo de puta.
Y mi personaje para algunos es uno y para otros es otro. Y para otros es justamente eso. Un personaje dual. O múltiple. Saben que puedo ser bueno o no. Y eso te da libertad. Te saca del personaje. Podés hacer lo quieras. Si querés hacerlo.

A veces soy normal.
“Cuando soy bueno soy bueno pero cuando soy malo soy mejor.”

A veces soy piola y otras veces soy ortiba. Soy un enfiestado o un amargo. Según. No es siempre por como me sienta. Sino por lo que me conviene ser.
Si estoy en un lugar en el que no quiero estar soy un forro. Y me voy.
Si quiero quedar bien soy más simpático.
Yo elijo.
Desorden de disasociación de personalidades múltiples.
Ni siquiera tanto.

Creo que es peor mantenerse en un rol que no querés cumplir. Y ser hipócrita con vos mismo. Y sufrir. Y no poder cambiar. Y hacer lo que los demás quieren que hagas. Ser lo que los demás quieren que seas.
A algunos les pasa.
Y se hacen socios del club del psicólogo de la esquina.

Algunos que me conocieron en mi estado de joda me preguntan si me pasa algo cuando me ven tan calmo la segunda vez que los encuentro.
Los que me conocieron en mi estado de calma se quedan sorprendidos si me ven en un momento de joda.

Soy distinto pero siempre soy yo.
A algunos les pasa. A otros no.
Por las noches soy otro.
Tengo que dejar de leer a Palahniuk.

Aunque cambiemos, todos nos atenemos a ciertos límites. No son cambios totales. Hay cosas que en ninguna de mis versiones yo haría. Y hay cosas que hago sea como fuese.
Los estados de ánimo también afectan a nuestros personajes.
Estados ciclotímicos.
De todas formas todos nos mantenemos en nuestros personajes. Somos distintos pero seguimos siendo iguales.

A veces cambio sólo superficialmente. Para joder.
Un poco más punkie.
Un toque rolinga.
Versión elegante.
Versión zaparrastrosa.
Me rapo y me dejo crecer el pelo por cinco meses. Una y otra vez. Para variar.
Cambios superficiales.
Algunos lo hacen.
¿Alguno lo hace?

Todos hacemos un personaje. Y nos atenemos a él. Yo nunca voy a ser fascista. Ni muchas otras cosas más.

Todos somos un personaje.
¿Vos cuál sos?
¿Qué opinás?


Me ofrecieron Ilex Paraguayensis y les dije que no. Yo sólo me doy con Arozia Sativa.

Soy la Inusitada Demencia de Galahad.

271107

¿Qué onda con el destino?

Eso. ¿Creés en el destino? ¿Qué onda?

Supongamos que todos creemos. Supongamos que existe el destino. Supongamos. Supongamos que todo está destinado a ocurrir y que todo pasa porque tiene que pasar. Juguemos.

Que mierda. Si existe es una mierda y si no existe también.
No trates de entenderme ni siquiera yo puedo.

Todo pasa por una razón. Acuérdense que estamos haciendo como si el destino existiera. Escépticos abstenerse de pensar. Todo pasa porque tiene que pasar.
Y si es así es una mierda. ¿Lo que hice lo hice por idiota o porque era la única posibilidad que tenía?
Y si no existe... ¿cómo es posible que ella estuviera en ese lugar en ese momento? En el mismo lugar del mundo en el que estaba yo. Y de los miles de segundos que pueden haber sido haya estado en los mismos en los que estuve yo. Como dice McFly, es el destino...

Tal vez tenía que hacer ese viaje. Quizás debía estar en ese lugar en ese momento. ¿Si eso no es el destino que mierda es?
A veces, si se piensa que todo está destinado a ocurrir, y lo que ocurre es algo malo se manda a la mierda a todo el cabrón destino de mierda. Y cuando es algo bueno las estrellas están con nosotros. Si se dan las casualidades para algo bueno es chido el destino y si se dan para algo malo es naco.

Eso es. Las casualidades. Cuando se dan ciertas cosas. Casualmente. ¿Eso no es el destino en su paroxismo?

Faltaste al trabajo y justo te llama esa chica para que la veas a la tarde. Si hubieras ido a trabajar no hubieras podido. Pero sin embargo podés. Fue una casualidad. Fue el destino.
Te quebraste la pierna y no podés hacer ese viaje que ibas a hacer. Estás puteando al puto destino. El colectivo se hace mierda. Y a vos no te pasó nada. ¿Fue el destino?
Vas a ir a un recital. No podés ir. Ya está pagada la entrada. Va tu amigo por vos. En el recital se arma kilombo. Tu amigo se muere. ¿Fue el destino? ¿Era su destino? ¿Era tu destino? ¿Cambiaste el destino?
¿Qué onda?

Si el destino existe, ¿se puede cambiar? ¿O si pretendés cambiarlo es porque estabas destinado a hacerlo? ¿Realmente lo cambiaste o el destino sigue su curso en el cambio?
Como cuando Neo tira el florero.
Algunos no creen en el destino porque se sienten encerrados si se ponen a pensar que todo está decidido. Quizás no todo. Tal vez es como le pasa a Frank Cadillac, que puede cambiar su destino porque sabe lo que le va a pasar dos minutos en el futuro.
No creo que todo ya esté escrito. Pero tal vez algunas cosas suceden, cuando entra en juego la casualidad por medio de la causalidad sobre todo, porque tienen que suceder. ¿Por qué tienen que suceder? Para joderte la vida. Para hacertela más fácil. Que se yo.
Que se yo.

¿Qué piensan del destino?

Después prosigo con mi inconexa perorata delirante.

Soy la Inconsciencia Turbadora de Galahad.

Necesito nuevas pastillas.

280408

¿Por qué no somos perfectos?

No se. A mi me gustaría ser perfecto. O ser lo más parecido a eso. A mi si. ¿A vos no? A mi si.

¿Por qué no somos perfectos? No se. No se porqué no somos perfectos. Estaría bueno. Sería genial. Muchos problemas desaparecerían. Todo sería más fácil.

No me vengan con eso de que la perfección es aburrida. No me jodan. La perfección es perfecta. Aunque sólo dure un momento. Que es lo más que puede durar. Pero es perfecta.

¿Por qué tenemos defectos? No lo se. Yo si fuera un Dios haría a mis hijos perfectos. A mis hijos predilectos, los que son a mi imagen y semejanza, a esos los haría perfectos. Sin defectos. Sin problemas. Para que no sufran. Para que disfruten.

Tal vez Dios no es perfecto. No se. Y nos hizo a su imagen y semejanza. Imperfectos. No se.

A mi me gustaría ser perfecto. Sin defectos.

No me vengan con preguntas como “qué es ser perfecto”, o “quizás lo que vos ves como un defecto no lo es para todos”. No me jodan.

Todos tendríamos que ser perfectos. O casi perfectos.

¿Por qué hay más gente con problemas que gente sin ellos? Hay más gente con problemas que gente sin ellos. Somos una copia de una copia de una copia, como dice el narrador.

La inmortalidad es una mierda. Se los digo yo que soy inmortal. Pero la perfección es excelente. Se los digo yo que no soy perfecto.

No se a dónde carajo estoy yendo con este desliz mental. No se. Creo que estoy haciendo agua por algún lado.

No sería sublime que fuéramos más los lindos, inteligentes y con perfecta salud que los feos, brutos y enfermos. La balanza está al revés. Todo sería tan fácil. No habría discriminación. No habrían amores no correspondidos. No habrían suicidios. Ni asesinatos vengadores por ofensas recibidas. Porque todos seríamos lo más que podríamos ser. Y no habría envidia. Y no habría tipos casados con hembras feas mirando a minitas infartantes. Y no habría coreanitos asesinos en escuelas yankis. Y no habría hombres árbol. Y no habrían pobres tipos. Infelices. Tímidos sufridos. Todo sería tan fácil. Y los cirujanos plásticos se morirían de hambre. Todo sería tan fácil. Y los psicólogos se harían taxistas. Todo sería tan fácil. Y los canas estarían al pedo.
Todo sería tan fácil.
Tan fácil.

Un mundo perfecto. O casi.

Por favor lean mis siguientes posteos en este mismo tema antes de decir alguna boludez. Si ya los leyeron pueden decir todas las boludeces que quieran.

Estoy delirando. Me voy a meter todo el paquete. Todo el paquete de pastillas. Si. Si. Si. Todo. Todito. Todo mío. Mío. Mío. Mío.

Es un flash.

Soy la Demencia Infinita de Galahad.

271107

El amor de tu vida, es difícil de encontrar... parte dos.

“El amor eterno sólo dura tres meses.”

“La única diferencia entre el amor eterno y un capricho es que el capricho dura más.”

“Sólo hay un amor que dura hasta la muerte: el último.”

Después de citar a no se quién, a no se quién y a no se quién; prosigo con mi inconexa perorata alucinógena.

El amor químico dura entre un año y medio y tres años. Es la naturaleza. Si sigue es por otras razones. No se. La mente. El alma. No se. Pero no es químico. A veces sigue. A veces no. A veces muere por un rato para renacer más fuerte. No se.

“Cuando ames no hagas como los cuerdos que aman con cordura. Hacé como los locos que aman con locura.” No se quién lo dijo.
Soy la Melosa Cursilada de Galahad.

Está bueno creer en el amor. Aunque sea por un rato.
Creía en el amor hasta que creí enamorarme.

Voy a darme un subidón de péptido feniletilamina.

301007

El amor de tu vida, es difícil de encontrar.

“Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella.”
Ortega y Gasset

Que garrón.

¿Qué pasa si encontrás al amor de tu vida? ¿Todo bien? No se. Dije “si encontrás” no dije nada de que ella te encontrara a vos. ¿Qué pasa si cuando la encontrás ya es tarde? ¿Qué pasa si creías haber encontrado el amor y después encontrás al amor de tu vida? ¿Qué pasa si aunque ella sea el amor de tu vida vos no sos el amor de la vida de ella? Todo mal.

Nada es fácil. Y menos cuando se trata del amor.

Imaginate que estás casado, amás a tu esposa y ella te parece hermosa y todo está bien. Y entonces aparece esa mujer. La que siempre soñaste. La que nunca imaginaste. Es perfecta. Es hermosa. Es tu alma gemela. ¿Qué hacés? ¿Tirás todo a la mierda? ¿Trataste de olvidarla? ¿Creés que vas a poder olvidarla?

Imaginate que la mujer más perfecta del mundo, la más hermosa, la más sensible, las más graciosa, la más seductora, está ahí. La conocés. Ella sabe que vos sos capaz de morir por ella. Y no le importa. ¿Qué hacés? ¿En serio pensás que la vas a poder olvidar?

Imaginate que la mujer de tu vida, la que sería perfecta para vos, la que sería tu séptimo cielo todas las noches; también te amaría a vos. Pero nunca la vas a conocer. Es muy filosófico y volado este concepto. Pero pensalo. Ella vive en España, vos vivís en Argentina. Nunca en sus vidas se van a cruzar. El destino te la puso sin vaselina.

Imaginate que conocés a la que hubiese sido el amor de tu vida, pero ya es tarde. Sabés que fue hermosa, pero ya no lo es. Sabés que fue perfecta pero ya tiene muchos defectos. Sabés que te quiere pero que te hubiera querido más veinte o treinta años atrás. Cuando eran jóvenes. Cuando todo era posible. Y ya es tarde. Estás en el ocaso de tu vida. Ya no tiene sentido casarse. Ya no pueden tener hijos. Ya pasaste toda tu vida sin ella. Y sabés que todo hubiera sido sublime. Y sólo creás recuerdos que te hubiera gustado tener. Y no tuviste. El destino se burló de vos.

A veces pienso que algunas personas se enamoran de otra porque no tienen más opciones. Porque las otras mujeres que amaron no los amaron a ellos. Porque están fuera de su liga. Porque la que aman si los ama. Pero si realmente pudieran elegir amarían a otra. Pero tienen que conformarse. Tienen que engañarse a sí mismos. Suena duro. Pero creo que pasa.

Imaginate que te cruzás una tarde al amor de tu vida. Amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista. Y en quince minutos sabés que la amás. Sabés que no vas a encontrar a otra como ella. Y ella no lo sabe. Sólo vos. Y no te la volvés a cruzar jamás. Y las venas te quedan largas. Y el destino te cagó diarrea.

Que garrón.

El amor. Es todo tan difícil. No sirve si amás y no te aman. No sirve si te aman y no amás. No es completo. No es perfecto.

Hay tantas opciones que nunca van a ser realidad. Que duele. En serio.

No llores, Galahad.
No lloro, sólo filosofeo un toque.

El amor de tu vida. Te envidio si lo tenés. Pocos lo lograron.

Me enamoro muy seguido. Las mujeres hermosas me pueden. Son una debilidad.

“Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.” Antonio Machado.

Tengo en mi bolsillo dos monedas para pagarle a Caronte por si muero de amor.
Entre las dos no hacen un peso.
Y son falsas.


Me voy a esnifar mis lágrimas.

251007

Datos personales del copado que escribe estas boludeces.

Mi foto
Galahad es un muchacho delirante que escribe algunas boludeces muy de vez en cuando y si se le cantan las pelotas. La Galaxia conspira contra él pero a veces Galahad le toca la cola.