miércoles, 29 de agosto de 2012

Todo pasa tan rápido.

Todo. Todo pasa. Todo pasa tan rápido. Todo.
No tengo tiempo ni de pensarlo. En un segundo todo se termina. ¿Y qué mierda es un segundo? No es nada. Es nuestra vida. Y no es nada. Sólo eso. Un segundo. Millones de segundos para que pase todo y todo pasa tan rápido.

Ayer era chico, hoy no, y mañana voy a estar muerto. Todo en un segundo. En un pestañeo.
No me puedo poner a pensar en las cosas. Si lo hago pierdo tiempo. O hago las cosas o las pienso. No puedo hacer todo. Cada vez es menos tiempo. Los segundos pasan. Y yo nunca llego primero.

A Funes el memorioso le llevaba treinta minutos de su vida recordar treinta minutos de su vida. Recordaba cada segundo. ¿Y eso valía la pena?

“Todo pasa, pasa de todo pero todo pasa.”
¿Por qué lo malo dura tanto y lo bueno pasa tan rápido? Es una percepción. Una horrible percepción subjetiva que nos hace creer que un minuto de placer es mucho más corto que un minuto de dolor. Tal vez a veces el tiempo es algo mental. Un estado de la mente. Me cago en eso.
Una noche de amor y de placer dura sólo un par de horas. Unos minutos. Sólo son segundos cuando la recordás. Y una tarde de angustia es inacabable. Es eterna. Y recordás durante horas algo que sólo duró segundos.
En el presente pensás en algo del pasado que te arruinó el futuro. Una puta decisión. Fue sólo un segundo.
Los recuerdos nos recuerdan que todo lo vamos a recordar. Lo bueno y lo malo. Y que nada va a durar. Todo pasa tan rápido. Todo es nada.

Si la noche es más larga el día es más corto. Si la noche dura más la mañana dura menos.
Todo pasa tan rápido.
Tengo que elegir. Y no puedo perder tiempo. No puedo quedarme pensando. Detenerme decidiendo. No puedo pensar lo que hago. No puedo hacer lo que pienso.

Todo es efímero. Nada es trivial. Pero todo pasa como si nunca hubiera existido. Todo es finito. Nada es eterno. Se puede ganar mucho pero al final todo se va a haber perdido.
“Un final feliz es una historia que no terminó.”
Gracias señora Smith.

Dura lo que dura dura. Todo termina. Nada dura. “Todo concluye al fin, no es eterna la vida.”
¿Y qué si lo fuera? Tampoco serviría. Todo igual terminaría. Su insistencia sería fastidiosa. Y todo termina. Aunque sea eterno. Se me acaba el tiempo. No hay vuelta atrás. No hay segundas vueltas. Tiempo muerto.
“Cada segundo que pasa es otra oportunidad para cambiarlo todo.”
Gracias Sofía.
Todo cambia. Aunque no cambie. Todo es diferente. Aunque se vea igual. Nada es nuevo. Nada es distinto. Todo es nuevo. Todo es distinto. Según como lo veas. O no lo veas.
“Todo lo que tiene un principio tiene que tener un final.”
Gracias Smith.
Todo termina y todo acaba. Lo que importa es lo que está en el medio. Si te ponés a pensar en el principio o en el final, la cagás. Tenés que pensar en lo que pasa en el medio. O no pensar. Lo mejor es no pensar. No me jodan.
“Las esponjas de mar nunca tienen un mal día.”
Gracias señora Mancini.
No tengo que pensar. No tengo que pensar. No tengo que pensar tanto.

“La vida es eso que pasa por al lado nuestro mientras nosotros estamos ocupados haciendo planes.”
Gracias cantante pacífico.

Todo pasa tan rápido. No tengo ni siquiera tiempo de darme cuenta.

“La vida me la regalaron, la muerte en cuotas voy pagando.”
Gracias Doctor Álvarez.

Todo dura segundos. No me acuerdo quién dijo que cada vez que miraba el reloj decía: uno menos, uno menos, uno menos.
Todo pasa tan rápido.

Cada año tiene trescientos sesenta y cinco días o más. Cada año tiene doce meses. Cada mes tiene cuatro semanas. Cada semana tiene siete días. Cada día tiene veinticuatro horas. Cada hora tiene sesenta minutos. Cada minuto tiene sesenta segundos. Cada segundo tiene cien centésimas.
Mis días duran horas. Mis horas duran minutos. Mis días duran minutos. Mis horas duran segundos.
Mis días duran segundos.

Todo pasa tan rápido. Son sólo recuerdos. Cada segundo que pasa sólo pasa a ser un recuerdo. Y sólo si valió la pena. Si no ni siquiera eso.
Todo pasa en un par de segundos. Y me lleva otro par de segundos recordarlo. Y sólo estoy yo y mi recuerdo. Todo pasó. Todo pasa. Y no dura nada.

Todo pasa tan rápido.

Estoy más incoherente que nunca. Soy más delirante que antes. Estoy tan inconsciente como siempre.

No estoy pesimista. Sólo que no estoy optimista. Todo bien.

El pasado no existe. El futuro tampoco. Sólo el presente. Y no dura nada. Y se vuelve pasado. El pasado sólo es un recuerdo. El futuro es un pensamiento. Y el presente sólo dura segundos. Y se transforma en pasado. Y se convierte en recuerdos. Y no es nada. Todo pasa. Nada queda. Todo pasa.

Todo pasa tan rápido.

Menos tu texto, cabrón. ¿Qué fue eso? No se. Un desliz freudiano.
Todo pasa tan rápido.

No voy a llegar a hacer todo. Tengo que elegir. No puedo hacerlo todo. Alguien dijo alguna vez que hay que leer primero los mejores libros porque nunca se va a poder llegar a leerlos todos.
No voy a poder leer todos los libros que quiero leer. No voy a poder mirar todas las películas que quiero ver. No voy a poder estar en todos los lugares en los que quiero estar. No voy a poder estar con todas las personas con las que quiero estar. No voy a poder hacer todas las cosas que quiero hacer. No voy a poder viajar a todos los lugares a los que quiero viajar. No voy a poder conocer a todas las minas que quiero conocer. No voy a entender todo lo que quiero entender. No voy a garchar a todas las minas que quiero garchar. No voy a insultar a todos los tipos que quiero insultar. No voy a decir todo lo que quiero decir. No voy a enamorarme de todas las minas de las que debería enamorarme. Y mucho menos ellas se van a enamorar de mi.
No tengo tiempo.
Todo pasa tan rápido.
Necesitaría dos vidas para hacer todo lo que quiero. Y ni siquiera así podría. Porque siempre pasa el tiempo. Y todo es distinto. Y sólo voy a tener quince años por trescientos sesenta y cinco días. Y sólo voy a estar ahí en ese lugar, en ese momento con esa persona una vez. Sólo una vez. Y no va a durar nada. Sólo unos segundos.
Necesitaría dos vidas para hacerlo todo. Y que el tiempo se detuviera. Se detuviera cuando todo es perfecto. Aunque nunca todo es perfecto. Y la perfección sólo dura unos segundos como dijo Durden.
Necesitaría dos vidas. Y una más para recordarlo todo. Para ponerme a pensar. Para sonreír por lo que hice.
Necesitaría tres vidas.
Todo pasa tan rápido.

"El tiempo lo destruye todo."
Lo malo. Lo bueno. Todo.
Y sólo quedan recuerdos. Y no son nada. Son sólo recuerdos.

Y te ponés a pensar y nada es tan bueno como debería haber sido. Y nada va a ser tan bueno como debería ser.

Un tipo me dijo que el mañana no existe. No existe mañana. La vida es una sola. Me dijo que perdió la visión de un ojo. Me dijo que vio la luz. Que estuvo dos días en coma. Me dijo que estuvo en rehabilitación.
Y le dieron otra oportunidad. Eso me dijo. Y ahora quiere vivir como si no existiera el mañana. Como si todo fuera hoy.

Esta es tu vida y se está acabando de a un minuto a la vez. Eso me dijo Durden. Me dijo un par de veces que hay que saber, no temer que uno va a morir. Me dijo que la perfección sólo dura un momento y eso es lo más que puede durar. Me dijo que nada está estático.
Todo se está cayendo a pedazos.

Podés despertarte un día y darte cuenta que tenés cuarenta años. Darte cuenta de que se te pasaron un montón de años. Se te pasaron un montón de trenes. Te pasaste de la estación. Y hay un montón de cosas que nunca más vas a hacer. Un millón de cosas que jamás vas a sentir. Un trillón de cosas que nunca en tu puta vida te van a pasar otra vez.
Todo ya pasó. Bueno, todo eso.
No hay vuelta atrás.
Y lamento decirte que eso te va a pasar un día. Te vas a dar cuenta de que la canción que decía que veinte años no eran nada, era verdad. Mierda que era verdad.
Un día te vas a despertar y vas a tener cuarenta.
Y capaz hasta soñaste que eras joven. Quizás soñaste con ella.

Vamos a tirar una frase pesimista.
No tengo nada que perder. Si la esperanza es lo último que se pierde, entonces ya lo perdí todo.

Me gustaría no pensar en ciertas cosas.
“Pensando en nada, que es la más horrible forma de pensar.”

Todo pasa tan rápido.

No creo que vayas a vivir más de, digamos, setenta y cinco años. Los primeros cinco años no entendías nada del mundo. Los últimos cinco el mundo no va a entender nada de vos. Así que sólo te quedan sesenta y cinco. Un tercio de esos años vas a estar dormido. Así que te quedan unos cuarenta y cuatro. Más o menos. Digamos.
Digamos que ya pasaste varios de esos años. Y que te diste cuenta de que pasan rápido. Así que te quedan muy pocos.

"Esta es tu vida y se está acabando de a un minuto a la vez."

"Uno menos, uno menos, uno menos."

¿Te deprimí un poco?
Tenía ganas de hacerlo.

Tal vez lo mejor es no pensar. Ser un poco ignorante.
"A veces el conocimiento es una maldición."
Todo pasa tan rápido.

Nunca fui joven y cada vez soy más viejo.
Todo pasa. Esto también.

Me gustaría tener catorce años y saber que tengo más tiempo. Tiempo para hacer todo. Tiempo para hacer por primera vez un montón de cosas.
La primera impresión sólo se puede tener una vez dijo alguien por ahí.
Me gustaría tener mis primeras veces otra vez. Ser inocente. Ser ingenuo. No pensar en lo que va a pasar. No saber lo que va a pasar. No pensar. No saber.
Me gustaría.

Pasó todo lo que pudo pasar y no pude hacer que pase todo lo que pudo haber pasado.

Me cago en el tiempo y me defeco en el espacio. Me cago en el asqueroso tiempo y espacio. Me cago en eso.
Me cago en el espacio que me aleja de todo. Me cago en el tiempo que hace que todo pase. Me cago en el espacio que hace que todo pase. Me cago en el tiempo que me aleja de todo.

No tengo tiempo. Si leo no escribo. Si escribo no leo. Si pienso no hago. Si hago no pienso.
Mierda.
Mierda.
De verdad, mierda.

No voy a poder ser todo. No voy a poder ser todo lo que quiero. No voy a poder hacer todo lo que quiero. No puedo. No voy a poder.
Tengo que dejar de pensar.
Tengo que eliminar esa parte de mi asqueroso cerebro.

Recuerdos. Sólo recuerdos. Todo pasa a ser eso.
Sólo existe el presente. Cualquier tipo de presente. El presente de estar esperando al cole de mierda. El presente de estar cagando en un baño ajeno. Eso también es presente.

No puedo cambiar las cosas que no puedo cambiar.
Me gustaría dejar de pensar. De verdad. Dejar de pensar.
Ser como un pendejo que no tiene que elegir. Que no tiene que pensar. Que piensa que no se va a morir. Que no va a envejecer. Y que nada va a acabar.
Que cree que va a ser el mejor. Que se piensa inmortal. Que confía en que todo va a salir bien. Que siempre va a triunfar.
Me cago en eso.
En la mierda de pensar.

Vivir sólo cuesta vida dijo un tipo alguna vez y lo repitió muchas más.

Y todo cuesta tiempo. Y cuando pasó el tiempo nada es como era. Ni el amor. Ni el trabajo. Ni tu casa. Ni tus hijos. Ni tu ciudad. Ni tu amor imposible. Ni lo que pensás. Ni vos. Ni vos. Ni yo. Ni ella. Nada.
Todo pasa tan rápido.
Sólo vas a vivir veintiocho mil días más o menos.
Y ya viviste unos cinco mil o unos ocho mil.
Y los últimos diez mil vas a estar más o menos.
Están pasando tus días. ¿Los estás viendo pasar? ¿Los estás disfrutando?
Uno menos. Se te acaban.

Son sólo 8760 horas las que hay en un año, la concha de mi hermana. Y estamos durmiendo unas 2760, digamos. Entonces sólo nos quedan 6000 horas. Seis mil horas para hacer todo lo que quiero hacer en un año. Sólo seis mil horas. En realidad menos.
Miles de horas que pasan tan rápido.
Me muero.
Me muero.
Me muero.

Me acuesto el domingo y me levanto el viernes. Eso pasa. La semana vuela como hijo de puta con las bolas en llamas.
Es verdad, todo pasaba más lento antes. ¿Cada vez va a ser más rápido?
Sólo cuando se sufre el tiempo pasa lento.
Ni siquiera tengo tiempo de aburrirme.

Necesito meterme en el tiempo liminal.
Y a la mierda el tiempo y el espacio.
Y a la mierda todo.

Necesito mi dopamina. Por favor. Por favor. Por favor.

Todo cuesta tiempo. Y los años no duran nada. Y cada vez duran menos. Y cuando seas viejo nada va a tener sentido. Por eso. Porque vas a ser viejo. Y todo va a haber sido. Todo va a ser un recuerdo. Un asqueroso recuerdo. Triste porque fue bueno. Triste porque fue malo. Sólo un recuerdo. Todo va a haber sido mejor. Y nada va a poder ser. Porque si sos viejo no tenés mucho futuro. Y cargás con mucho pasado. Y tu presente es impresentable.
Mierda.

Todo cuesta tiempo. Años. Años que no duran ni una hora. ¿Querés ser contador? Dame cinco años de tu vida. ¿Querés que esa chica se case con vos? Dame un par de años. ¿Querés conseguir ese trabajo? Dame siete años tuyos. ¿Querés que tu hijo se de cuenta de que te ama? Dame nueve años. ¿Querés darte cuenta de que amás a tus padres? Dame veinte años. ¿Querés darte cuenta de que nunca vas a amar a alguien como la amás a ella? Dame toda tu vida.
Mierda.

Hagas lo que hagas tu vida es efímera. Y se va a acabar. Aunque creas en el cielo. Aunque creas en la reencarnación. Aunque creas en otros mundos. Esta es tu vida y se va a terminar pronto.

Y no importa lo que hayas hecho. Vas a ser nada. Sólo te va a recordar tu hijo. Y tu nieto se va a olvidar de vos. Y tu bisnieto no va a saber que exististe. Y listo. Así, desapareciste.

No quiero escribir más sobre esto. No quiero pensar más en esto.

Cambio y fuera.

Soy La Mente Quebrada de Galahad.

2 comentarios:

  1. Anónimo3/11/12

    Vaya que esto es para no acobardarse... perder una oportunidad y recordarla toda una vida, temo que ahora debo intentar todo lo que pueda y pues a ti no creo que te importe pero no malgastes lo que te queda porque aun sin ser optimista sabes que un buen momento asi dure solo un instante solo un segundo vale la pena, en lugar de toda vida de tormento

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por leer. Apoyo eso de que a veces un segundo vale la pena antes que toda una vida de tormento. Saludos.

      Eliminar

Datos personales del copado que escribe estas boludeces.

Mi foto
Galahad es un muchacho delirante que escribe algunas boludeces muy de vez en cuando y si se le cantan las pelotas. La Galaxia conspira contra él pero a veces Galahad le toca la cola.