martes, 10 de julio de 2012

Hablemos del dormir.

¿Qué? ¿Se puede hablar de eso? Supongo.

Nos pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Mierda. Un tercio. Es un toco. Si vas a vivir noventa años, vas a haber dormido treinta. Mierda. Es un toco. Treinta años dormido. Todo ese tiempo inconsciente. Todo ese tiempo en nuestra cabeza. Lejos de todo.

Me gustaría no tener que dormir. Pero tengo que hacerlo. Lo hago por obligación. Por obligación con mi propio cuerpo.
Algunas personas se pasan muchas horas durmiendo. Duermen diez horas por día. Duermen diecisiete horas seguidas. Yo no puedo hacerlo. Me siento mal. Siento que pierdo el tiempo. Y no tengo mucho tiempo. No puedo dormir. Duermo lo necesario y nada más. O me siento mal. Culpable de tener menos horas. De tener un día más corto. De haber visto menos al sol. De no haber hecho todo lo que podría haber hecho.
Tengo que salir de la inconsciencia.

Se dice que lo mejor es dormir más de seis horas y menos de nueve. Eso nos deja siete u ocho como lo que está bien, ni mucho ni poco. Lo mejor de lo mejor. Eso es lo que dicen.
Yo duermo siete horas. No duermo más y no duermo menos. Siempre que puedo.

Contate algo, Galahad.
Un tipo que era sobreviviente de no se que guerra... che, ¿no me estarás dando demasiada información?... no me jodas, un tipo que era sobreviviente de una guerra tenía un problema en el cerebro y no podía dormir. Se pasaba las noches leyendo. Un día lo encontraron sentado en su sillón preferido con un libro en su regazo. Tenía los ojos cerrados. Por fin se había podido dormir. Estaba muerto.

Un chabón en los setenta pasó once días sin dormir. No se que mierda hacía para no dormirse. No se. Once días. Man. Es un toco. Imaginate. Once días. No te puedo creer.
Bueno, el chabón éste avalado por una investigación científica pasó once días y unas diez horas sin dormir. Y después durmió unas quince horas y se recuperó. Nada más.
Y después está Pity que según él dice se puede llegar a pasar tres días sin dormir. Y después duerme un día entero.

Si no dormís te hacés mierda. Y se te nota. Algunos dicen que van a dormir cuando estén muertos. No creo que puedan no dormir antes.

Alguna vez estuve unas treinta horas despierto. Las últimas son fatales. Te dormís haciendo cualquier cosa más o menos calma. Y te movés lento. Y sos un idiota.
Obviamente no lo hice adrede.

La otra vez no dormí una mierda. El otro día había salido a la noche y me acosté a las doce y algo. Del mediodía. Y me levanté una hora y algo después. Más tarde dormí un par de horas más. No lo hice a propósito. No es recomendable. Creo que me enfermé.

Odio dormir a la tarde. A algunas personas les encanta dormir la siesta. Yo lo detesto. Ergo no lo hago. Pero a veces me acuesto tan tarde que técnicamente estoy durmiendo en el mismo horario en el que se duermen las siestas. Y es una mierda.
Odio dormir a la tarde. Ver que el sol se movió sin que yo lo viera. Que se haga de noche enseguida. Que mi día sea más corto. Es una mierda.
Si la noche es más larga el día es más corto.

A veces me parece que otro de los factores importantes del dormir no es sólo que el cuerpo descanse. Y la mente. Es poner un fin a algo y empezar de nuevo. Terminar el día. Ponernos en descansa pantalla. Apagarnos.
Imaginate pasar todos los días seguidos. Sin cortes. A mi se me mezclaría todo en la cabeza.

A veces hay que dormir para dejar de ser vos por un tiempo.
“Sueño líbrame de mi propia presencia por unos instantes.”

Las veces que me quedé dormido me dio mucha bronca cuando me desperté. No me gustó ver que mi cuerpo tomó una resolución sin consultarlo con mi mente. Y que perdí esas horas que no tenía que perder.
Me gustaría no tener que dormir.

A pesar de todo está bueno despertarse en el medio de la noche, mirar el reloj y saber que todavía tenés unas horas más para dormir.
Quizás así sería mejor el dormir. Si fuéramos conscientes de que lo estamos haciendo.
Cuando estoy dormido no se que lo estoy. No puedo disfrutar de algo que no se que estoy haciendo. Tendría que despertarme cada tanto para saberme dormido. Y deleitarme con eso. Aunque el hecho de despertarse no es tan agradable.
A algunas personas les gusta despertarse y quedarse remoloneando por eso. Para saborear la presencia de su existencia sobre la cama.

Hay formas raras de dormir. Algunos cuando están solos no duermen bien. Otros cuando no están solos no duermen bien. A veces no podemos dormir porque deberíamos estar haciéndolo cuando tenemos a una mujer hermosa al lado nuestro. Y no podemos. Porque nos perderíamos de contemplarla por unos instantes. De acariciarla. De tenerla con nosotros. De disfrutarla. De sentirla. De saber que está ahí. Como dice la canción, no dormimos para verla respirar al lado nuestro. Mientras ella duerme.
Volvé, Galahad.
Si.

¿Qué onda con los colectivos? Yo no duermo bien. Excepto en esa cama hija de puta que es re cama hija de puta. ¿Qué? Hay unos coles cama - cama re cama que hacen zarpados. Quedan horizontales. Y son anchos. Y cómodos. Y te dan una almohadota. Y te dan una frazadota. Y tenés respaldo. Y no tenés a nadie al lado tuyo. Y son copados.
Mató mil.
En esos si. En esos si puedo dormir bien. Creo que sólo los usé una vez. Que mal.
En los otros ocurre lo que yo llamo la dormida de cole. En estos casos es obvio que hacés la dormida de cole, pero a veces te pasa en otros lugares. Volvamos. La dormida de cole es una dormida más o menos. Una dormida no tan dormida. Te despertás a las tres de la mañana. A las cinco. A las cinco y cuarto. Te despertás toda la noche. Y un pendejo llora. Siempre un pendejo llora. En el medio del desierto. En el medio de tu soledad. En el medio de la noche. Es pendejo siempre va a llorar. Y vos no vas a poder dormir.
O te cagás de calor. O de frío. O la vieja de al lado hincha las pelotas. O el boludo de adelante sigue jodiendo. O el respaldo no se baja. O se te acalambra la pierna. O se te cae la almohada. O alguien te choca cuando pasa. O el hincha bolas del que te trae la comida te despierta para darte el desayuno. Y si. Ya es la mañana. Y entra el sol. Entra el sol por la ventana. Y listo. Se te va a complicar más seguir durmiendo.
Yo en los coles a pesar de todo trato de dormir todo lo que puedo. Aunque no me guste dormir de más. Pero lo hago en los coles. Porque una vez que apagan la luz no puedo leer. Y si no tengo a nadie para hablar ya no hay nada para hacer. Escucho algo de música y pienso. Arreglo cosas en mi cabeza. Me ordeno. Trabajo. Pero ponen la película y me desconcentro. Entonces me duermo. Porque no voy a ver la película. Nunca la veo. Me gusta el cine como para ver una película en ese estado deplorable.
Y trato de dormir. Con la dormida de cole. Hasta que me despiertan. Les digo que no y sigo tratando. Hasta que llego.

Necesito viajar en el tiempo y necesito abrir un portal dimensional. Necesito encontrar la puerta que me lleve a ese lugar de fantasía. Necesito encontrar a esa princesa y verla sonreír todos los días. Necesito encontrar ese elixir. Necesito vencer al mal. Necesito, necesito, necesito. Necesito mucho más.

Me encantan como te quedan esas botas, mujer. Sos hermosa. Y me encantan tus botas.

Soy Galahad, le dije y ella me sonrío.

Soy el insomnio cíclico de Galahad.

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Galahad es un muchacho delirante que escribe algunas boludeces muy de vez en cuando y si se le cantan las pelotas. La Galaxia conspira contra él pero a veces Galahad le toca la cola.