jueves, 17 de noviembre de 2011

Etapas del que se está meando.

Esto no es un chiste. No pretendo que sea gracioso. Pero casi todo el tiempo tengo que mear. Bastante tiempo me estoy meando. No es que no pueda vivir tampoco. Si voy al cine, no al rato de haber almorzado, cenado o merendado, sino más tarde... puedo ver la película entera. Puedo dormir lo que duermo a la noche sin levantarme, a veces. Y puedo estar un rato sin pasar por un baño. Pero paso bastante. Es que tomo mucho agua. No me quejo. Pero a veces se complica, cuando no estás en un lugar con baño. Por ejemplo si estás haciendo tramites en la ciudad ¿Qué hacés? Tenés que saber que baños podés usar. Los baños públicos y esquivar los “sólo para clientes”. A veces se pone molesto. Tenés que caminar un par de cuadras de más para llegar a una estación. O meterte en algún lugar que tengan baño y te dejen usarlo. Si estás re- jugado sos capaz de rogar o hacerlo en cualquier lugar. Todo depende de las etapas.
Las etapas son cinco. Van en orden creciente de necesidad urinaria.

En la primera etapa sabés que en un rato vas a tener que mear. A veces podés mear un poco en esa etapa pero generalmente tenés que conformarte sabiendo que va a pasar en un rato. Es sólo eso. Una advertencia a futuro.

En la segunda etapa tenés que ir pensando dónde vas a mear. Es un onda, che, esperá que voy al baño. No estás apurado pero podés mear y quitarte el problema por un rato.

En la tercera etapa tenés que ir al baño. Te estás meando.Si estás por salir a algún lugar vas y listo. Si estás afuera ya buscas un baño cerca.

En la cuarta etapa te estás re meando. Estás jodido. No es que se te haya escapado algo pero ya es inevitable. Vas a tener que ir al baño. Caminás apurado y vas. Lo buscás. Lo anhelás. Y una vez que lo usás por un momento las endorfinas te flashean y tenés un segundo de felicidad urinaria.

En la quinta etapa estás en problemas. No tendrías que haber pasado de la cuarta etapa. En la cuarta ya te estabas re meando. En esta te estás recontra remeando. Ya no hay chances. Ya no hay excusas. En donde sea. En esta etapa nada más importa. Sólo hacerlo. No importa donde. No importa como. No podés esperar más. Si no tenés un baño cerca lo hacés en cualquier lado o corrés el riesgo de hacerte encima porque tu vejiga ya no puede aguantar más. Tus esfínteres no pueden resistir. Lo hacés. Y después pensás en las consecuencias.

Yo entro en la cuarta etapa aproximadamente a la media hora de haber tomado mucho. Así que después de ese tiempo, entre la cuarta y la quinta etapa cualquier baño me sonríe. Hasta los baños asquerosos nauseabundos y cagados. Es lamentable. Pero no hay otra chance.
¿Soy el único que pasa por esto?
¿Hay alguien tan seco que sólo tenga que mear un par de veces al día?

181007

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Galahad es un muchacho delirante que escribe algunas boludeces muy de vez en cuando y si se le cantan las pelotas. La Galaxia conspira contra él pero a veces Galahad le toca la cola.