¡Me cago en los peajes!

Bueno, no literalmente, no es que voy a defecar en ellos. No lo hice y no creo que lo haga.
Lindo título.
Hablemos de los peajes.
Yo me cago en ellos.

Es la posta, no me caen bien. ¿No es suficiente con los impuestos? ¿Por qué nos tienen que sacar más dinero? ¿A dónde va a ese dinero? Se suponía, antes por lo menos, que ese dinero era utilizado para arreglar, crear y mejorar las rutas de nuestra gran nación. ¿Qué onda? ¿Todavía hacen eso? ¿Y quién mierda se queda con el dinero que sobra?
¿Sobra dinero?
Ponete a pensar: mínimamente un peaje te saca cincuenta centavos, otros peajes te sacan como cinco pesos. Ahora calculá: cada minuto pasan, ¿cuántos? ¿treinta autos? ¿diez por lo menos? Ahí ya tenés cinco pesos en los peajes más baratos o cincuenta en los más caros.
No te voy a hacer calcular cuántos minutos hay por día. No te voy a hacer pensar que esos hermosos peajes no cierran ni un minuto y funcionan todos los días.
¿Cuánta plata es eso?
¿Cuántos millones? ¿De impuesto a qué?
Y hay algunos abonados al peaje que tienen que cruzarlo para ir a trabajar y tienen que volver a cruzarlo para regresar a sus casas. A fin de mes ¿cuánto les saca el peaje? Es como el hijo bobo, tienen que mantenerlo.

Para mi los peajes son como los “Trolls” de las historias medievales que vivían debajo de un puente y les cobraban monedas de oro a cualquiera que quisiera pasar por su puente.

Peajes de mierda.
No me caen bien.

Ahora pasemos a cuestiones más pelotudas

¿Qué onda con los que trabajan en los peajes? ¿Embole mal?
Ocho horas haciendo el mismo absurdo movimiento mecánico: digo “hola”, aprieto unos botoncitos, agarro unas monedas o billetes, busco cambio, agarro un papelito, devuelvo el cambio con un papelito, digo “gracias”, aprieto otro botón, digo “chau”, volver a repetir todo.
¿Qué onda con las ganas de mear? Yo estaría cortando el peaje a cada rato para ir al biorsi.

Conclusión.
No me caen bien los peajes.

Soy La Pupila Dilatada de Galahad.