¿Cuál es tu pecado favorito?

¿De qué carajo estás hablando?
De eso. De los pecados. ¿No sabés nada de eso? Son siete. Iragulaenvidiacodiciasoberbiaperezalujuria. Siete.
¿Bueno, y qué mierda pasa?
Dejemonos de joder. O mejor jodamos un rato. Elijan uno. Elijan su pecado favorito. Uno que los represente.
¿Para? Hay muchas cosas que no tienen sentido en la vida. Sin embargo esto tiene un dejo de sentido. Una especie de sintonía. Un poco de vos. Y si no lo ves yo no te lo voy a hacer ver.
Así que…
Elijan un pecado, uno que los represente. Su favorito. El que más usen. El que más les guste.
Es todo un juego. Una joda. Una broma sin gracia. Un chiste sin remate. Que gracioso.
Son los pecados capitales. Sólo ocurren en las capitales.
Estoy jodiendo.
Son los pecados capitales. Supongo que los religiosos a ultranza creen que no se debe cometer ninguno de ellos. Nosotros sabemos que no pasa nada. Que todos hacemos algo de eso. Un rato. Un poco. Algo. Así que…
¿Cuál es tu pecado favorito?

Yo elijo la envidia. Envidia. Que envidia. Te envidio. Lo envidio. Que envidioso.
La envidia es uno de los pecados más zarpados. Es uno de los que incluye a otra persona. Y de que manera. En este caso esa otra persona es la victima de nuestro pecado. Es uno de los más importantes por eso. Porque no se padece solo.
En cambio pereza, soberbia, codicia y gula se pueden sentir en soledad. Sin pensar en nadie. Sin meter a otras personas.
La envidia no.
Los que elegimos la envidia vemos las cosas buenas que tienen los otros, vemos las buenas cosas que les pasan a otros y nosotros lo queremos. Queremos que eso sea nuestro. Queremos que eso nos pase a nosotros.
Exageremos. Seamos un poco farsantes.
Quiero tu vida. Quiero tus cosas. Quiero tu mina. Quiero tu suerte. Quiero todo eso que vos tenés y que yo no. Quiero todo eso que a vos te pasa y a mi no.
No sabés cómo te envidio.

Tiro una línea de soberbia ya que estamos.
Lo que me molesta de llegar tarde al boliche no es que me haya perdido de conocer a muchas minas. Es que muchas minas se hayan perdido de conocerme a mí.

Me encanta como te quedan esas botas, querida. Me sacan tus medias. Pero ese peinado te queda para la mierda.
Necesito Nepento. Necesito beber del Leteo. Necesito atacar a mi hipotálamo.
Soy… soy… soy…

Soy la Envidia Encarnada de Galahad.