Muchos actores cambian su aspecto o su físico
para representar un papel, para hacer un personaje. Quieren convertirse
completamente en el personaje y sienten que necesitan transformar su cuerpo
para lograrlo.
Obviamente que muchos hacen cosas simples para
cambiar, como hacerse otro corte de pelo, teñirse, usar lentes de contacto,
maquillaje, prótesis faciales para cambiar la fisonomía de su rostro, usar una
dentadura postiza sobre sus dientes para cambiar el aspecto de su sonrisa. Hay
muchos de estos casos. Por ejemplo Johnny Depp en casi todas sus películas.
Pero también hay muchos actores que hicieron
cambios radicales en su cuerpo para transformarse en algún personaje. Cambios
rápidos como los que hizo Kate Mara para representar a “La chica del tatuaje
del dragón”, que además de teñirse y cortarse el pelo, se afeitó las cejas y se
hizo varios piercings.
Y un paso más allá están los que varían su peso
para componer a un personaje. Como Reneé Zellweger que subió de peso cuando
tuvo que convertirse en Bridget Jones.
Y acá es donde entran los casos más notorios.
Están los que engordaron. Como Jared Leto que
engordó 30 kilos para convertirse en Chapman, el asesino de John Lennon, en
Chapter 27. O Charlize Theron que engordó 13 kilos para ser la asesina de la
película que le dio un Oscar, Monster de 2003. O Stallone que subió de peso
para hacer un policía en los noventa en Copland. Robert De Niro cuando tuvo que
componer a Jake LaMotta en los ochenta engordó hasta ser irreconocible, subió
20 kilos. Vincent D’Onofrio subió 31 kilos para su papel en Full Metal Jacket. En Body of lies Russell Crowe
engordó 30 kilos. Toni Collette subió 20 kilos para Muriel’s wedding.
Benicio del Toro subió 20 kilos para Fear and Loathing in Las Vegas.
También hubo muchos que sumaron músculos a su figura para transformarse en un personaje. Como Edward Norton en America X, o Will Smith en Alí que subieron unos 15 kilos de músculos, o todos los que se transformaron en superhéroes, empezando por Christopher Reeves para hacer a Superman en los setenta, o el actor del Capitán América, o el que hace de Thor, o el mismo Ironman, como Toby Maguire cuando personificó a Spiderman, o el nuevo Superman, o Christian Bale y Ben Affleck cuando encarnaron a Batman. Uno de los más notorios es Tom Hardy que subió 20 kilos de músculos cuando hizo Bronson.
También están los que tuvieron que bajar de
peso. Como Tom Hanks que había perdido 16 kilos para hacer el personaje de
Philadelphia y luego, años después, tuvo que bajar 20 kilos para hacer el papel
de náufrago en Cast Away.
Los casos más notorios de estos cambios de peso
fueron: Christian Bale y Gary Coleman que bajaron muchos kilos, hasta poner en
riesgo su salud, para The Machinist y Sid and Nancy respectivamente. Christian
Bale bajó 30 kilos para ese papel, y luego recuperó su peso y subió 20 kilos
para hacer a Batman.
Pero ninguno de estos actores hizo un cambio tan radical como el que voy a nombrar. Como el que le ganó a todos en toda la historia de los cambios radicales para hacer un papel.
Estoy hablando de un actor argentino que hizo
una película nacional en los noventa. Creo que este dato no está en ninguna
lista de todo internet. Y debería. Porque nadie nunca en toda la historia del
cine se arriesgó tanto, cambió de tal manera, solamente para componer un papel.
Un solo papel.
Para ese papel se hizo cirugías plásticas. Le
rasgaron los ojos, le ensancharon un poco la nariz y le cortaron los lóbulos de
las orejas. Todo para ser más parecido al verdadero Gatica.
Así es, el tipo se hizo cambios en el rostro
para parecerse más al personaje que iba a encarnar. Se hizo cambios
irreversibles. Encima, cirugías que no son las más comunes, diría que todo lo
contrario, hay gente que se afina la nariz, no creo que muchos se la ensanchen.
Hay gente que se hace cirugías en los párpados para tener los ojos más
abiertos, menos cansados, nadie se hace los ojos rasgados.
Es todo muy loco. Edgardo Nieva debería
aparecer en todos los listados de cambios más extremos en el cine. Y sin
embargo no lo hace.
Pero bueno, en Hollywood ni siquiera reconocen
que K-Pax es una copia de Hombre mirando al sudeste, de Subiela. Así que menos
van a reconocer que el actor que más radicalmente cambió su fisonomía es un
argentino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario